Clases particulares en Caballito
Durante 30 aņos he dado
clases particulares en mi estudio privado de Caballito
a toda clase de personas
y toda clase de materias y temas:
aprendėa mucho dando clases particulares
un alumno detrās de otro: cada tanto
alguno decėa que se habėa olvidado la billetera
o el dinero; o habėa perdido ambos
muchos llegaban tarde, otros simplemente me dejaban plantado:
durante un lapso de tiempo
no se sabėa a ciencia cierta
si realmente vendrėan o llegarėan tarde:
no existėa watsap, ahora las cosas son mās sencillas:
le mandas un mensaje y listo
antes era reacio a llamar por telčfono
o simplemente no contestaban
cuāntas veces me habrān dejado plantado
a veces, pretextando cualquier cosa
se iban en mitad de la clase
huėan acaso despavoridos
a menudo, yo no les cobraba
porque desconocėa el tema
que me solicitaban
pero en lineas generales durante muchos aņos
di clases privadas en mi estudio particular
sito en el barrio de Caballito
a 1 cuadra del Parque Rivadavia
a veces iba a domicilio: la otra vez contč
cuantas veces habėa ido a dar clases a domicilio
y en toda mi vida contč
50 veces
no mās
o no mucho mās
de ninguna manera estaba dispuesto
a salir con una alumna
eso sė que no
pero unas pocas veces
se me entregaban de tal forma
que no me quedō otra cosa
que salir
con la alumna particular
que de inmediato dejaba de serlo
para pasar a ser otra: novia
o como prefieran llamarlo
sė novia, novios, lo llamābamos asė
esto solėa suceder
en lineas generales
durante las tardes de primavera
o de verano
a veces, en el invierno
raramente en otoņo
y raudamente nos dirigėamos rumbo a una confiterėa
o en direcciōn a un vulgar y silvestre cafč
para charlar, para platicar de diversos asuntos
que no vienen al caso
o que simplemente no recuerdo en absoluto
allė pasābamos horas y horas
hasta que al fin nos besābamos
en una esquina o rincōn de dicho bar:
de inmediato salėamos
en direcciōn al hotel o albergue mās cercano
a los efectos de hacer el amor
sin prestar la menor atenciōn a
telaraņas o
espejos enmohecidos
que generalmente
habitaban aquellos sōrdidos espacios privados
esto no era todo: porque tambičn concurrėamos a
determinados salones de baile
con el objeto de bailar y franelear seductoramente
hasta altas horas de la noche o de la madrugada
hasta que finalmente habėa que dormir
entonces
rumbeābamos hacia su hogar dulce hogar en Villa del Parque
mās exactamente sobre la calle Helguera
que acaso recuerda a un guerrero de la independencia
y o de las guerras civiles
entre unitarios y federales
entre el interior y Buenos Aires
la Confederaciōn urquicista etc.
Los domingos por la maņana nos decidėamos a despertar
pero esa es otra historia
u otro tema.
No quiero dejar sin embargo
de ahondar en la siguiente cuestiōn: ...